domingo, 26 de abril de 2009

A partir de cierto momento,  mi vida empezó a guardar cierta semejanza con la del perro que caminaba hacia atrás "desoliendo".

1 comentario:

  1. Quieras que no, avanzar es retroceder. Ya sabes: los extremos se tocan. Todo lo que sube, baja. Acabas indefectiblemente yendo a parar al inicio, o sea a la nada. Y vuelta a empezar, como el movimiento contínuo, ilusorio, como es la vida misma, una ilusión.

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