lunes, 18 de mayo de 2009

Llegada la hora de tomar una decisión,  siempre hay que ponerse del lado de las víctimas.

3 comentarios:

  1. Pese a una primera impresión, no siempre la víctima de un acontecimiento dramático está exenta de responsabilidad.
    Tal vez lo más acertado sea apoyarnos en la justicia, no en la institucionalizada sino en aquélla fruto de la lógica y la ética.

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  2. Con la palabra víctima se designa a la persona que sufre daño por culpa ajena o por causa fortuita, por tanto el estar exento o no de responsabilidad en un hecho no justificaría que nadie se convirtiese en víctima de otro, caso diferente sería en el segundo supuesto, en el que el daño o el perjuicio recayese sobre alguien por conducta irresponsable, lo que no sería el caso de mi comentario.

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  3. Sí, así lo explica Marko Vesovic en mi libro. Y Natalia Ginzburg también lo dijo, que es duro ser víctima, pero mucho peor es ser perpetrador. Yo pienso lo mismo.
    Entiendo también lo que dice Nina, es verdad en muchas ocasiones (ahí están los lacanianos para contarnos), pero yo diría que en este caso, ésa es otra cuestión.

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