miércoles, 17 de junio de 2009

EN RECUERDO DE MI PERRA  "TEKLA"  YA DISUELTA EN LA NADA - décimo  aniversario -

Todos los perros, sin excepción, aunque estén alegres tienen la mirada triste.   Estoy convencido que esa permanente expresión de tristeza en sus ojos se debe a que contemplan el mundo con mirada lucida y a la vez porque nos observan con una actitud de piadosa conmiseración.   Con ellos nos solemos llevar tan bien o tan mal como nuestra propia naturaleza y educación nos permite,  incluso en ocasiones nuestras relaciones son tan estrechas que llegamos  a confundir nuestros propios territorios previamente marcados.   Con frecuencia nos solemos exceder en la protección que le brindamos, pero la mayor de las veces los convertimos en blanco de nuestras crueldades.   Somos así desde el principio de los tiempos y no parece que llegados hasta aquí vayamos a cambiar de actitud.  Seguiremos compartiendo con ellos nuestras emociones,  nuestras decepciones y seguramente les haremos pagar nuestros fracasos.  Respecto a ellos no se cual será su actitud a partir de ahora,  la experiencia nos dice que tampoco parece que vayan a cambiar demasiado.  Nos verán siempre como un caso perdido, pero inexorablemente,  también, es muy probable que pese a todo continúen a nuestro lado.

1 comentario:

  1. Es verdad. Cuando G. era pequeño me preguntaba preocupado si la perra de sus abuelos, una boxer que le adoraba, estaba siempre triste o tenía la cara así.
    Yo soy más bien una cat person, como dicen los anglosajones, pero simpatizo con algunos perros y otros me producen una pena inexplicable

    ResponderEliminar