A menudo cambia de camino para no encontrarte. Baila cuando no te vea nadie. No te levantes de la cama si no tienes nada mejor que hacer. Procúrate un buen escondrijo, ten en cuenta que siempre hay alguien que te vigila. Engáñales, diles que te lo crees todo. Piensa que el misterio es el azar. Por si acaso, aprende a hacer la prueba del nueve. Cuando desconfíes de ti mírate a los ojos sin usar el espejo. Entrénate, es muy probable que tengas que salir corriendo... y sobre todo no beses nunca a nadie que tenga la saliva abrasiva ni te conviertas en amante de los poetas
viernes, 5 de junio de 2009
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Maravilloso poema.
ResponderEliminarGracias Nina, que te hayan gustado mis palabras va a constituir para mi uno de los momentos felices del día.
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